viernes, 25 de febrero de 2011

El pequeño cortejo.

El pequeño cortejo avanza por el parque. 


Solo cuatro personas: su hija, su abogado… y no recuerdo quien más. 


No están allí ninguno de los niños que fueron parte de su triste y larga agonía, por esos caminos sin dios que los amparase.

Es el epílogo de su vida, algo así como una extraña despedida…

Nada de él quiere nadie: ni caricias, ni lágrimas, ni laudes que griten por las noches su nombre.


Al que llevan ahí no lo quería recordar ni la muerte…


Pero jamás será olvidado… sus niños cada día lo recuerdan. 

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