El tímido y la tímida nunca se amaro
Se conocían desde siempre, al revés y al derecho
Pero nunca se amaron
Un día fueron juntos a la playa
Solos,
Y el agua salada les unió la piel;
Y caminaron de la mano como hacen los enamorados;
Y durmieron juntos, por que la cabaña que arrendaron tenía una sola cama;
Y se miraron de reojo los cuerpos, ahogando el deseo en un sutil rechinar de dientes;
Y temblaron al calor de la pasión que consumía sus almas...
Por no pudieron romper el silencio,
Y se juraron amistad eterna
Por miedo a darse por enterados
De la dulce miel que jamás comieron.
me gusta tu frescura y esos giros inesperados que das, te voy a seguir con tu permiso, quiero leer más cuentos . . .
ResponderEliminarSaludos ¡
Muchas gracias Sonia, es todo un honor ser leído por ti.
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